fotografía por M.G
El otro día estuve hablando con una persona que me inspira mucho. Me dijo que era capaz de querer a más de una persona a la vez que, con todas ellas, creaba a la mujer que deseaba y que esperaba. Tenía muchas amantes: desde mujeres con piernas infinitas hasta bajas con curvas pronunciadas. Cariñosas, lujuriosas, tímidas, salvajes ... Es una especie de doctor chiflado sumergido en su proyecto de creación de una criatura perfecta.
En realidad, le doy la razón. Somos capaces de querer a muchas personas a la vez, de desearlas, de querer unirlas, fusionarlas para no perder la esencia de cada una. Jugar a ser creadores.
Vas por la calle y te fijas en cada uno de los seres que ves. Primero lo haces de una forma general luego, vas cerrando en campo hasta centrarte en los pequeños detalles que son los que de verdad se te quedan grabados ( lunares, gestos, tics.. ), los que te atraen. He conocido a muchas personas en mi vida, cada cual más peculiar que la anterior. Todos guardan unas "migajas de interés" que recojo con delicadeza para mi combo estrella.
En realidad, estoy muy lejos de la meta de conseguir a mi " James Dean del siglo XXI ". Pero tampoco puedo decir que no esté feliz con el momento que me está tocando vivir "al lado" de una persona que me llena de una forma que no sabría explicaros. No es perfecto ( en realidad, el ser humano está condenado a la imperfección ), pero tampoco busca serlo. Una cosa es ser perfecto, otra querer serlo, otra ser correcto y otra muy diferente ser quien en realidad eres, no quien quieres ser ( que lío, ¿verdad?). Es un hombre fascinante, de esos que si quiere, te deja sin palabras. Cuando me mira tiemblo. Cuando me toca, la piel se me pone de gallina. Cuando se va lloro y cuando vuelve sonrío. No tiene todas las características que una mujer desearía pero, ¿sabéis qué? creo que no quiero a otra persona que no sea él.
Creo que mi experimento de un hombre perfecto puede seguir esperando
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